Diario de un Peregrino Scout - Etapa 3
DIARIO DE UN PEREGRINO SCOUT
Etapa 3
03/04/2015 SANTA CILIA DE JACA - ARTIEDA 27 KM
Nos levantamos, desayunamos en el
albergue y comenzamos a caminar a las 8 h, no sin antes hacernos la foto de
rigor con la pancarta junto a una estatua de hierro de un peregrino que hay en
la plaza de Santa Cilia. En esta etapa hay retirada de una persona.
Comenzamos con risas el camino,
seguimos entre campos de sembrados de trigo verde y de espinos floridos. Nos
adentramos en un bosque y pasamos por un
sitio curioso lleno de hitos, con mucho encanto, casi mágico. Seguimos nuestro
camino y llegamos a Puente la Reina, donde aprovechamos para hacernos fotos
junto al puente que es impresionante.
Nuestros coches de apoyo, que nos
cuidan como a niños, nos han traído unas deliciosas tortas de chocolate,
frambuesa y cabello de ángel, que con un cafecico nos ponen las pilas para
seguir adelante. En esta etapa vamos a necesitar todas las energías posibles,
¡¡es de las largas¡¡.
Hay mucho cachondeo con los
cambios de nombres, Octavio pasa a llamarse Ovidio, hay Manoletes, Jesús
Manuel, Azucena… Pasamos un buen rato de risas.
Cuando llegamos a un cruce,
Marisa, Jesús y Mamen deciden ir con Tuca por un camino hacia Arres, mientras
el resto seguimos por la carretera entre verdes llanuras de sembrados de
trigo: dan muchas ganas de hacer una
carrerita tipo “Laura Engels” al estilo “La Casa de la Pradera”. El paisaje es
muy bonito y se ve Berdún a lo lejos en lo alto de una colina a nuestra
derecha. Tenemos una subida hasta la
llanura de Martés, y allí nos paramos a almorzar.
El fantástico coche de apoyo nos
trae pan recién comprado, latas de sardinas, de atún, chorizo, jamón y bebidas
frescas. Es un verdadero lujo almorzar y descasar en un paraje tan bonito y en
tan buena compañía, nos están cuidando de maravilla.
Seguimos camino por una extensa
llanura entre sembrados verdes y dejamos a un lado el pueblo de Mianos.
Continuamos hacia Artieda que se encuentra en una colina, el albergue está
justo en lo alto: la subida se hace eterna. Llegamos, nos acomodamos, nos
duchamos y por la tarde disfrutamos de risas en la terraza del albergue con
unas cervecicas. Luego vamos a un mirador desde donde disfrutamos de unas
esplendidas vistas del pantano de Yesa y la vega de Artieda. Tuvimos una charla
con un señor del pueblo que nos contó alguna que otra curiosidad de la zona.
Ovidio, Ana y Miguel vuelven a
Zaragoza, al día siguiente tienen que trabajar.
Por la noche la cena es muy
agradable con rico puré con hierbas varias, pollo asado con patatas y postre
casero. La verdad es que los chicos que llevan el albergue son muy agradables.
Por la noche hubo un pequeño
incidente en una de las habitaciones: en medio de la oscuridad, Javi voló desde
arriba de una litera y fue a parar encima de Hugo que dormía en una colchoneta
en el suelo, hubo susto inicial y como no, muchas risas: a alguno la noche se
le pasó volando.
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