Diario de un Peregrino Scout - Etapa 4



DIARIO DE UN PEREGRINO SCOUT
Etapa 4                    04/04/2015                     ARTIEDA – UNDUES DE LERDA               23 KM

Nos levantamos, desayunamos en el albergue y nos hacemos la foto de grupo con nuestra pancarta en el mirador.

Salimos y  disfrutamos de las vistas del pantano de Yesa que lo tenemos a nuestra derecha mientras caminamos por una estrecha senda flanqueada por boj.
 Llegamos a la ermita románica en ruinas de San Juan Bautista  y  un poco más adelante llegamos al pueblo abandonado de Ruesta. El único edificio que está operativo es el albergue que lo lleva la CNT y la torre es un impresionante vestigio de fortificación fronteriza. Allí tomamos un tentempié y continuamos la marcha.
Salimos de Ruesta bajando bastante desnivel, pasando por otra ermita. Luego comenzamos a caminar por una pista forestal. Es una subida muy larga, de 6 km nada menos, la más larga que vamos a tener hasta Santiago. La pista discurre entre un bosque de pinos y de vez en cuando hay claros desde donde las vistas de Yesa son preciosas. A la lejanía podemos ver el monasterio de Leyre.
Llegamos al final de la subida donde acaba el bosque y se abre ante nosotros una extensa llanura de sembrados. Aquí tomamos fuerzas y seguimos caminando, ahora de bajada hasta Undués de Lerda. Al llegar al pueblo nos encontramos con una calzada romana y una fuentecilla.
Como viene siendo habitual, otro pueblo en cuesta: hay que subir hasta llegar al albergue.
Undués es un bonito pueblo con casas de piedra y en la plaza nos aposentamos en una terraza donde nuestro impagable coche de apoyo ya habían encargado bocatas de tortilla de bacon y chistorra que con una cervecita nos sientan de maravilla. Además nos traen unos exquisitos postres típicos de Sos, tortas, mantecados etc…
Nos duchamos y nos instalamos en las habitaciones. Alguno se queda dormido en el pasillo a pesar de las risas y del bullicio que hay. Empieza a haber cansancio.
Por la tarde el coche de apoyo y resto de conductores van a por los coches a Jaca, mientras el resto de gente vamos programando las fechas de las siguientes salidas. Estamos ilusionados y con ganas de seguir el camino.

Por la tarde hacemos estiramientos con Marisa y masajes en grupo, risas y bailes en el patio del albergue.
Nos damos una vuelta por el pueblo, cenamos judías vedes, lomo con pimientos, helado  y a dormir. 

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